"La gratitud es el alimento del alma" (Swami Sivananda)
Diciembre, el último mes del año se abre paso ante nosotras anunciando la transición hacia el invierno y la llegada de la Navidad. Diciembre, un mes en el que solemos vivir la intensidad de las celebraciones navideñas, de reencuentros y reuniones familiares... Pero, al mismo tiempo, un mes de cierres y despedidas.
Quizá un buen momento para hacer balance y, cómo no, para cultivar la gratitud hacia todo lo vivido y sentido durante los últimos 12 meses. Un momento ideal para valorar y agradecer, sentirnos afortunadas y alimentar así nuestra alma y la de tod@s aquell@s que nos rodean creando un flujo de energía positiva a nuestro alrededor. Porque, como sabes, si alimentamos nuestra alma con gratitud, cultivaremos una actitud positiva y abierta hacia el mundo. Y, de esta manera, este estado de conciencia nos conducirá amorosamente a fluir en el disfrute de las pequeñas cosas, a encontrar sentido y oportunidad de crecimiento personal en los momentos desafiantes y a reconocer la bondad y la belleza que nos rodea. Porque… sin duda, cuando nos sentimos afortunadas aflora la paz, el equilibrio y la plenitud en nuestras vidas.
¿Te unes a cultivar la gratitud de manera consciente este mes de diciembre?